BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN CENTRAL SOLAR.
Explicamos aquí el funcionamiento de una central solar.
Consiste
en el aprovechamiento térmico de la energía solar para transferirla
y almacenarla en un medio portador de calor, generalmente agua. Esta
es una de las ventajas de la tecnología CSP, el almacenamiento
térmico. La tecnología más comúnmente utilizada para almacenar
esta energía son las sales fundidas (nitratos)
de almacenamiento térmico. La composición de estas sales es
variable, siendo la más utilizada la mezcla de nitrato
de potasio,
nitrato
de sodio
y
últimamente se ha incorporado el nitrato
de calcio.
Constructiva-mente,
es necesario concentrar la radiación solar para que se puedan
alcanzar temperaturas
elevadas,
de 300 °C
hasta
1000 °C, y obtener así un rendimiento aceptable en el ciclo
termodinámico,
que no se podría obtener con temperaturas más bajas. La captación
y concentración de los rayos solares se hacen por medio de espejos
con orientación automática que apuntan a una torre central donde se
calienta el fluido, o con mecanismos más pequeños de geometría
parabólica. El conjunto de la superficie reflectante y su
dispositivo de orientación se denomina heliostato.
Los
fluidos y ciclos termodinámicos escogidos en las configuraciones
experimentales que se han ensayado, así como los motores que
implican, son variados, y van desde el ciclo
Rankine
(centrales
nucleares,
térmicas de carbón) hasta el ciclo
Brayton
(centrales
de gas
natural)
pasando por muchas otras variedades como el motor
de Stirling,
siendo las más utilizadas las que combinan
la energía termosolar con el gas natural.
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